Alice Assad y Giuliano Wassall
La Agenda 2030, elaborada en 2015 por los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es un plan de acción global que pretende erradicar la pobreza y promover la dignidad de las personas, respetando las condiciones de nuestro planeta y sin comprometer el progreso de las próximas generaciones. El plan comprende 17 objetivos de desarrollo sostenible conocidos como ODS y 169 metas que apoyan la sostenibilidad.
Los objetivos están integrados, pero no necesariamente restringidos al medio ambiente. Están relacionados con las esferas social, medioambiental y económica. Es un error imaginar que son sólo para gobiernos y grandes empresas: pueden ser puestos en práctica por cualquier ciudadano comprometido con el futuro del planeta y de las próximas generaciones.
Hay innumerables formas de aplicar los ODS en la rutina diaria personal. El consejo es replantearse las actitudes y enumerar las posibilidades de hacer algo. Del escenario que establezcas, intenta elegir siempre la forma que más se acerque a los objetivos. Por ejemplo, si te vas a trabajar, mira cuáles son las alternativas posibles: ¿coger el coche, utilizar el transporte público o ir en bicicleta? Si ir en bici no es una idea, ¿qué tal probar el transporte público y minimizar tus propias emisiones de carbono?
Sin embargo, en este artículo, nuestra intención es ayudarte a aplicar los objetivos en tu empresa.
En primer lugar, es importante saber cuáles son. Son los 17 ODS establecidos:
Los estudios más recientes ya señalan que llevamos cierto retraso para llegar a 2030 con la pobreza erradicada y la dignidad garantizada para todas las personas. Si queremos llegar a esa meta tenemos que hacer aún más y actuar con rapidez y de forma bien estructurada.
Sin embargo, los objetivos fijados por las empresas hasta la fecha han sido en general poco ambiciosos. El Pacto Mundial de las Naciones Unidas, en colaboración con SAP y Accenture, propuso 10 puntos de referencia para que el sector privado aumente sus respectivos niveles de ambición con el fin de maximizar las posibilidades de cumplir la Agenda 2030. Son los siguientes:
- Equilibrio de género en todos los niveles de gestión;
- Incidencia cero de la corrupción;
- 100% de empleados con salarios dignos;
- 100% de recuperación de recursos, con todos los materiales y productos recuperados y reciclados o reutilizados al final de su uso;
- Reducción de emisiones de forma científicamente fundamentada y alineada con una trayectoria de 1,5°C;
- Impacto neto positivo sobre el agua en cuencas con estrés hídrico;
- Cero residuos en vertederos e incineración;
- Neutralidad en la degradación del suelo, incluida la deforestación cero;
- Insumos de materiales 100% sostenibles que sean renovables, reciclables o reutilizables;
- Cero vertido de contaminantes y productos químicos peligrosos.
Ahora bien, ¿cómo llevar esta conciencia al entorno corporativo en el que se inserta?
Para colaborar, de hecho, con los objetivos establecidos en la Agenda 2030 y los puntos de referencia que elevan los niveles de ambición, es necesario un liderazgo audaz que apunte a la transformación de los modelos de negocio en núcleos realmente comprometidos con la promoción de cambios decisivos. Ciertamente, además de la colaboración con esferas externas, básicamente ajenas a la empresa, los cambios contribuirán a la construcción de un negocio exitoso y competitivo en sus respectivos mercados.
Se trata de desarrollar soluciones para los grandes desafíos del planeta. Las empresas con presencia global, obviamente, deben tener esto en cuenta. Sin embargo, si hablamos de una pequeña agencia de viajes en Brasil, pero que vende viajes de pasajeros en el exterior, por ejemplo, ya estamos en un contexto perfecto para pensar en minimizar los impactos causados por estos individuos. Determinar que el éxito de un buen negocio también debe incluir necesariamente una visión más amplia de todas las partes interesadas.
Las iniciativas para aplicar los ODS en una corporación deben partir, inicialmente, desde la base del negocio, estableciendo un nuevo propósito; y desde la gobernanza, en las estrategias y metas corporativas alineadas con los objetivos. A continuación, deben integrarse en las actividades operativas, transformando consecuentemente los productos y servicios, moviendo a todas las partes implicadas hacia la sostenibilidad.
Por último, es importante que exista un compromiso de todas estas esferas, en todas las capas jerárquicas y procesos, para que desarrollen conjuntamente soluciones innovadoras y disruptivas que contribuyan positivamente a alcanzar los ODS.
Todas estas estructuras de la empresa deben estar conectadas de manera que se refuercen de forma interdependiente. Sin metas y objetivos ambiciosos de base, es poco probable que las empresas puedan incorporarlos a la esencia del negocio. Si los principios de la empresa no están bien establecidos, no será posible integrarlos en sus demás procesos. En consecuencia, no habrá cumplimiento de las acciones que se están llevando a cabo en la empresa.
En Fauna ayudamos a las empresas del sector turístico a recorrer este camino de transición hacia un funcionamiento más equilibrado y de impacto positivo. El primer paso se puede dar desde diferentes momentos de la empresa por lo que no importa si tu negocio es nuevo en el sector o está muy consolidado, lo fundamental es despertar a este tema y pasar a la acción.
Trasladando todas estas ideas al entorno de las agencias de viajes, nuestra sugerencia es que empieces por:
- Cambiar todas las bombillas fluorescentes por LED;
- Crear una política de trabajo híbrido: a distancia y presencial;
- Aprovechar la iluminación natural de los entornos y reducir el consumo eléctrico;
- Fomentar el uso de la bicicleta o del transporte público para los desplazamientos del equipo a casa;
- Fomentar la venta de vuelos directos para los desplazamientos a fin de reducir la huella de carbono del producto;
- Eliminar todo y cualquier uso de productos desechables en la empresa, sustituyéndolos por vasos y vajilla retornables;
- Realizar el mantenimiento de los aparatos de aire acondicionado en el plazo necesario;
- Prestar atención a los residuos generados por la empresa y asegurarse de que se eliminan correctamente;
- Adopte una política sin papeles;;
- Organice jornadas de formación para sus empleados y clientes sobre turismo responsable;
- Elija una causa social alineada con un ODS y defiéndala como pueda;
- Haz un inventario de las emisiones de tu empresa y compénsalo plantando árboles.
No sabemos con certeza cómo será el futuro ni si los objetivos establecidos en la Agenda 2030 se cumplirán plenamente. Es un tópico, pero si cada individuo y cada empresa hace todo lo posible por contribuir positivamente, conseguiremos que la realidad de las generaciones futuras sea mucho mejor que la que vivimos.
